Economía colaborativa, la idea que puede cambiar el consumo mundial
Durante la última década, el consumo ha ido evolucionando gracias a la expansión del universo digital como lo son las redes sociales o las app de compra de productos o renta de algún servicio como por ejemplo Rappi o Uber, esto como resultado de la crisis económica que ha tenido un impacto a nivel mundial.
Según el más reciente boletín del DANE, en el mes de febrero a marzo la tasa de desempleo subió al 15.9% , lo que significó un aumento de 3,7 puntos porcentuales frente al mismo mes del año anterior (2020) el cual fue de 12,2%; a raíz de estas estadísticas y en consecuencia a la coyuntura de la pandemia, es que ha tomado fuerza el concepto de economía colaborativa y que se encuentra rompiendo paradigmas de consumo que han estado establecidos hasta ahora, enfocándose en las necesidades de los consumidores.
Un ejemplo de lo anterior es la relevancia que han tomado en Colombia las plataformas de tecnologías en economía colaborativa, que de acuerdo con Fedesarrollo, los empleos creados por estas aplicaciones han sido fundamentales para la reactivación que se esta buscando en el país.
Para Ángela Samper, docente de la Escuela de Ciencias Económicas y Administrativas de Unitec y experta en temas del entorno económico, Colombia en términos de economía colaborativa de acuerdo con cifras nacionales está aportando en promedio el 0.3 del Producto Interno Bruto Nacional - PIB, es decir, ya está jugando un papel relevante al crecimiento económico del país.
Muchos quizás nos preguntamos cómo surgió el concepto de esta economía que, a pesar de existir ya hace tiempo, hasta ahora esta siendo tema de conversación. Para Ángela la economía colaborativa surgió a partir del consumo colaborativo, el cual consiste en darle una nueva visión a lo que las personas llevan haciendo toda la vida en términos de intercambiar diferentes bienes o servicios, con ayuda de la tecnología, la internet y las redes sociales.
De igual forma, Ángela menciona que es importante destacar que un elemento que busca cambiar este concepto de economía es la necesitad de maximizar la satisfacción antes que el consumo, es decir, se reemplaza la posesión de las cosas por el acceso a las mismas, permitiendo que este tipo de economía sea incentivo para la situación de recesión económica que vive el mundo y con ello logre disminuir los costos, lo cual se vería reflejado en precios bajos tanto de bienes y servicios para el consumidor.
“Los elementos principales que intervienen en la economía colaborativa son: Usuario (la persona que tiene que satisfacer su necesidad), App (la plataforma que pone en contacto al usuario y al prestador del servicio) y persona con habilidad o bien subutilizado.” – Ángela Samper
Dentro de los elementos para tener en cuenta en este tipo de economía es el uso intensivo de las tecnologías de la información – Tics, que de acuerdo con Ángela han sido un instrumento fundamental para el desarrollo de la economía colaborativa, ya que se tiene la necesidad y facilidad de obtener cada vez nuevos medios digitales que permiten eliminar a los intermediarios que existían entre servicio y persona. Así mismo, ha permitido el crecimiento de las empresas ya que se han transformado los hábitos de consumo a nivel mundial.
Para Ángela, el uso de estas Tics se ve inmerso en los diferentes aspectos como la producción, productividad y competitividad de las empresas, debido a que su utilización ayuda a configurar cadenas de aprovisionamiento a través del uso de redes web que proporcionan información en tiempo real y que ayudan a coordinar actividades que hacen más eficiente la gestión de intercambio.
Por otro lado, desde la perspectiva de los consumidores se masifica la información y llega a ellos con mayor facilidad, convirtiéndolos en consumidores exigentes debido a la gran cantidad de diversificación de bienes y servicios a los que pueden tener acceso, lo que conlleva a que tomen como decisión de compra la calidad y valor agregado de los productos. Esto conlleva a que las empresas a través de las Tics logren adaptarse a los cambios del comercio mundial.
La era de la economía colaborativa supone un cambio cultural, y es que según el artículo ´Economía colaborativa: la revolución del consumo mundial´ de la Fundación Llorente y Cuenca LLYC, agencia especializada de comunicaciones corporativas, “El principal valor agregado de esta nueva tendencia a la colaboración, además de ganancias económicas, es la producción y el desarrollo de conocimiento”, lo que permite que pueda ser aplicada en diferentes modelos de negocio, es decir, aplica para cualquier tipo de empresa que dentro de su gestión enfatice en la comunicación, conocimiento e innovación sostenible como estrategia de crecimiento organizacional.
Para la docente Uniteísta, este modelo de economía también se encuentra presente en los modelos de negocio modernos, los cuales buscan no generar interdependencia, sino promover una coordinación eficiente entre la innovación tecnológica y social, bajo un sistema sostenible que se fundamenta en la creación de valor para el consumidor, la empresa y la sociedad, de esta manera también se contribuye a la disminución del impacto al medio ambiente, trayendo consigo ventajas como:
- Precios bajos de bienes y servicios.
- Crear valor a los activos sin utilizar.
- Compra o utilización de servicios de manera más rápida.
- Intercambio eficiente.
- Financiación colectiva.
- Conocimiento abierto.
- Producción colaborativa.
- Preservación del medio ambiente.
- Oferta más amplia de bienes y servicios.
Anteriormente, se había mencionado que este modelo de economía era una buena opción para la reactivación económica que se está buscando no solo a nivel nacional sino también mundial. Al respecto, Ángela menciona que es conveniente que en la reactivación de la economía esté presente este modelo, ya que puede incentivar en el consumidor la educación y el compromiso de realizar un consumo responsable, es decir, que cambien de paradigma de consumir por querer algo a consumir porque realmente necesita algo.
De igual forma, es importante destacar que las empresas que emplean es este tipo de modelo de negocio pueden modernizar y agilizar los procesos productivos y a través de estrategias eficientes pueden generar ganancias que se vean reflejadas en oportunidades de trabajo, debido a que se logra llegar a una mayor cantidad de clientes, optimizar recursos, abrir nuevos mercados y tener un mayor conocimiento de las necesidades del consumidor, y este resultado se reflejará en el crecimiento económico del país.
Ahora, frente a la situación de Colombia, Ángela señala que actualmente tiene una buena proyección de crecimiento en la economía colaborativa debido a que los mercados digitales son muy atractivos para los inversionistas, ya que con muy poca inversión pueden tener una rentabilidad alta, sin embargo, hay que tomar en cuenta el análisis de los diferentes sectores económicos para que a través de las políticas públicas puedan dinamizarlos y poder así alcanzar los objetivos de crecimiento deseados.
Limbo jurídico
Ahora, a pesar de que el modelo de economía colaborativa tiene diversos beneficios y va por un buen camino en el país, es importante resaltar que como sucede con cualquier innovación, las iniciativas de esta economía han desbordado las normas existentes en un país como Colombia.
Al respecto, Ángela enfatiza que es importante y necesaria una regulación, debido a que hay mucha desigualdad e injusticia en las condiciones laborales, escudándose en la apreciación de no tener “empleados” sino “socios” por lo cual evitan el pago de muchas prestaciones sociales; Por otra parte, la regulación también debe ir enfocada hacia el cumplimiento de los oferentes de bienes y servicios frente a lo que ofrecen y lo que realmente le entregan al consumidor para evitar estafas en este tipo de economía. En ese orden de ideas, se deben establecer leyes que propendan por la corrección de los fallos de mercado expuestos y así garantizar el bienestar económico de la población en Colombia.
El futuro presenta diversos retos para la economía colaborativa, pues además de la regulación y la normatividad en torno a sus procesos, también debe fortalecer la confianza en las personas y empresarios, con el fin de poder desarrollarse sosteniblemente, dado a que este modelo funciona si las personas (ciudadanos) trabajan en conjunto y de acuerdo con la docente Uniteísta, en Colombia se pueden abrir muchas puertas a oportunidades de inclusión social y económica a través de la creación de redes entre pymes, el accesos al manejo de las Tics como herramienta que permite ofertar bienes y servicios con pocas barreras de entrada a cambio de una remuneración, de esta manera también logra incentivar el crecimiento de empresas nacientes que aporten al PIB nacional.
Fuentes:
https://www.revista-uno.com/numero-20/economia-colaborativa-la-revolucion-del-consumo-mundial/
https://www.uexternado.edu.co/economia/es-hora-de-regular-la-economia-colaborativa/
https://www.dane.gov.co/files/investigaciones/boletines/ech/ech/bol_empleo_feb_21.pdf
https://www.dane.gov.co/files/investigaciones/boletines/ech/ech/bol_empleo_feb_21.pdf
Con el apoyo de la docente Angela María Samper Ortegón , docente de la Escuela de Ciencias Económicas y Administrativas de Unitec, Economista con maestría en Ciencias Económicas y experta en temas relacionados con el entorno económico.
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