La salud mental, el reto actual del bienestar humano

La salud mental, el reto actual del bienestar humano

De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud - OMS, cuando el ser humano tiene una correcta salud mental tiene la capacidad de hacer frente a situaciones como el estrés normal de la vida, trabajar de forma productiva y contribuir a la sociedad. Lo que significa que desde un sentido positivo, la salud mental es el fundamento del bienestar individual y colectivo que funciona de manera eficaz dentro de una sociedad.

Cuando estos dos fundamentos logran cumplirse, le permite al ser humano pensar, manifestar sus sentimientos, interactuar con los demás, ganar el sustento y disfrutar de la vida. Es por esto por lo que la promoción y prevención de una buena salud mental es de vital importancia para las personas, comunidades y sociedades de todo el mundo.

Silvia Meléndez, Psicóloga y licenciada en Piscología Educativa de Unitec pone como referencia una frase del libro “El hombre en busca de sentido” escrito por Víktor Frankl, “Cuando la situación es buena, disfrútala, cuando la situación es mala, transfórmala y cuando la situación no puede ser transformada, transfórmate”, para Silvia esta frase representa el cómo debemos asumir el concepto de salud mental, ya sea como profesional de la salud o persona natural.

En este sentido, Silvia menciona que el ser humano tiene ciertos factores sociales y psicológicos por los que se logra determinar su salud mental, uno de ellos es el factor social, el hombre por naturaleza es un ser social que necesita interactuar y compartir con otros dentro del ámbito que lo rodea, con el fin de poder desarrollar un autoconcepto en temas sociales, económicos, laborales o académicos. Aquello, va de la mano con los conceptos de inteligencia emocional, la cual se organiza en cinco capacidades: conocer las emociones y sentimientos propios, entender cómo manejarlos, saber reconocerlos, crear su propia motivación y gestionar sus relaciones  con los demás, esas capacidades buscan que el ser humano logre adaptarse con éxito a las distintas contingencias de la vida, por otro lado, esta el concepto de inteligencia social, la cual se basa en la capacidad que tiene el ser humano para relacionarse, en esta, se busca potencializar habilidades como la empatía, la cooperación o el altruismo.

En una actualidad como la que estamos viviendo, Silvia menciona que es un escenario propicio para que el ser humano identifique algunos trastornos en su salud mental, dado a los cambios drásticos que ha tenido que hacer en sus rutinas diarias y en el compartir con los otros. Es a partir de estos dos conceptos de inteligencia que el ser humano debe tomar consciencia desde su entorno y núcleo familiar, en acciones como: saber cómo orientar de forma correcta, tener la capacidad de escucha, comprender a los demás, ser solidario, buscar formas creativas para adaptarse a la nueva realidad, identificar si él o sus familiares presentan sentimientos de agobio, angustia, estrés, reflexionar y entender su dialogo interno y aprender a manejarlo de una manera positiva.

Hábitos de vida saludable para nuestra salud mental

Para la OMS, “la salud es un estado completo de bienestar físico, mental y social, y no solamente la ausencia de afecciones o enfermedades", dejando claro que el concepto de salud trasciende de las patologías físicas o mentales y visibilizando que una persona sana es aquella que disfruta de una calidad de vida plena y feliz en todos los sentidos (físico y mental). Por este motivo, es importante que las personas vivan de forma saludable y pongan en práctica buenos hábitos que contribuyan a su bienestar humano.

De acuerdo con un estudio realizado por la Universidad Politécnica de Cataluña, existen siete hábitos fundamentales que permiten al ser humano alcanzar una estado de salud óptimo, los cuales son:

• Conocerse y escucharse a uno mismo: es descubrir cuál es el sentido de la vida en cada uno de los momentos que vivimos, para Víktor Frankl, padre de la Logoterapia, podemos encontrar el sentido de nuestra vida a través de la realización de tres tipos de valores:  los valores de creación, en el que reinventamos a partir de nuestras profesiones, los valores vivenciales, permitiéndonos que el mundo deje huella en nosotros y los valores actitudinales, desde la forma en como enfrentamos las situaciones que no podemos cambiar.
• Alimentarse correctamente: teniendo claro que cada persona puede seguir formatos y estilos diferentes atendiendo al tipo, cantidad, modo, tiempo, lugar y frecuencia.
• Respetar el descanso y el sueño: al cumplirlo, podemos aportar a mejorar la calidad y cantidad en nuestros horarios de sueño, influyendo positivamente en nuestra salud y bienestar personal.
• Realizar ejercicio físico: esto es bueno para nuestra salud, con el fin de evitar el sedentarismo.
• Estar libre de adicciones: al hablar de adicciones no solo esta relacionado a drogas, tabaco o alcohol, también tiene que ver con adicciones a tecnologías de la información, por ejemplo, que son susceptibles a crear dependencia, ya sea psicológica, física o ambas.
• Manejar el estrés: el estrés es una parte cotidiana de la vida y la cantidad de tensión que cada persona es capaz de tolerar es diferente y varía según el momento de la vida y las circunstancias personales, laborales y/o familiares.
• Pensar en positivo: estas emociones positivas permiten ampliar y construir pensamientos y acciones en la vida de las personas. Pensar positivo trae efectos en la reducción del sufrimiento ante la adversidad y en la construcción de recursos que atenúen los efectos negativos.

Fuentes:

https://consaludmental.org/publicaciones/Bienestarpsicologicorendimientoacademico.pdf

https://www.who.int/es/news-room/fact-sheets/detail/mental-health-strengthening-our-response

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